jueves, 31 de marzo de 2011

El resto, ruido blanco.

Todo lo que debes hacer es ponerte los auriculares, tumbarte en el suelo y escuchar el CD de tu vida, pista tras pista, ninguna se puede saltar. Todas han pasado y de una forma u otra servirán para ir hacia delante. No te arrepientas, no te juzgues. Se quien eres, no hay nada mejor para el mundo. Pausa, rewind, play, aún aún y aún más. Nunca detengas tu reproductor, sigue registrando sonidos para lograr explicar el caos que tienes dentro. Y si te sale una lágrima cuando las escuchas, no tengas miedo, es como la lágrima de un fan cuando escucha su canción preferida.

 



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